La empresa familiar es, sin duda, un motor relevante de la economía vasca y estatal, destacando su trascendental importancia no solo desde un punto de vista económico, sino también social y de mantenimiento y creación de empleo.

Sin embargo, la importancia económica y social de la empresa familiar ha venido acompañada de un problema existencial que afecta inexorablemente a todas ellas; el relevo generacional.

La empresa familiar no solo tiene que lidiar con los problemas consustanciales de su propia gestión y concurrencia en los mercados, cada vez más globales y competitivos, sino que se encuentra con un problema interno como es la salida paulatina de la gestión y propiedad de la empresa de los miembros familiares de generaciones actuales a medida que van entrando las nuevas generaciones familiares.

Este proceso conlleva un componente legal y fiscal importante, pero también un componente de gestión de sensibilidades que, en muchos casos, requieren un tratamiento adecuado y programado en el tiempo, debiendo poner al servicio de ello todos los mecanismos que el ordenamiento jurídico nos brinda con el objetivo primordial de la conservación de la empresa familiar y atención de dichas sensibilidades.

Por todo ello, la viabilidad y consolidación de la empresa familiar requiere de soluciones globales y a medida de las circunstancias y complejidades concretas de cada empresa familiar.

AGEM tiene experiencia contrastada en el asesoramiento jurídico y fiscal de las empresas familiares, destacando el enfoque profesional, rigor técnico y respeto a las especiales sensibilidades personales que se ponen de manifiesto en este tipo de relaciones interfamiliares.